Me gusta que la clase política española sea tan cercana a la nuestra. No veo ningún paralelismo entre un Kennedy y un Zapatero, pero sí que observo detalles de interés de los que nos gobiernan que contribuyen a que los sintamos débiles y cercanos.
Desconocimiento de idiomas (si para según que oposiciones piden título, ¿por qué no para ser Presidente del Gobierno?), adicciones químicas y físicas, sexualidad no definida, debilidad por la familia y, cómo no, arrepentimiento, son algunos de los factores que los hacen más humanos.
2 comentarios:
yo no le echaré de menos. Se lo ha merendedado con patatas Camps, pero se irá a ganar más pasta en 5 años de la que yo ganaré en toda mi puta vida. Y todavía se lo montará con tu ídolo ppero si la pilla en un renuncio...
con mi caye no te metas que todavía la tenemos y la chica tiene un gusto de la hostia : )
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