Un par de veces al año, cuando me despierto y abro los ojos, primero el izquierdo, luego el derecho (nunca pude guiñar de otra manera), y la habitación comienza a dejar de ser un borrón y todos sus elementos se constituyen (allá unos tebeos, allá unas revistas, allá el calzoncillo que no recogí ayer), bien, un par de veces al año el DVD de Annie Hall brilla por encima del resto de DVDs y el lomo me muestra a Diane Keaton más guapa que nunca y a Woody Allen más "loser" que nunca, y bien, me encaramo y, desde la misma cama, extiendo el brazo, y lo cojo, y abro la caja y la galleta del DVD me enseña, además, a la puta langosta, y lo cierro y lo dejo a un lado, lo suficientemente cerca como para poder cogerlo en cualquier momento y ponerlo mientras avanza esta mañana soleada de domingo de la que Miss Hall se ha apoderado, como me ocurre un par de veces al año cuando me despierto y abro los ojos, primero el izquierdo, y luego el derecho (nunca pude guiñar de otra manera), y mi alma se emborrona y me cuesta seguir vivo.
13/4/08
Miss Hall
El responsable es naranjito a las 12:47
Etiquetas: annie-hall, sentimientos de un pez de roca
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1 comentario:
y yo sin verla..lo haré solo por ver el langostón!
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