3/7/08

Hay que ser hijodeputa...

...y grande, añado, para descolgarse con un concierto como el que ayer nos regaló el maestro Dylan.


Por tocar el piano y no la guitarra.
Por hacer un bis de una canción
Por no dirigirse al público en ningún tema
Por hacer versiones irreconocibles de sus clásicos
Por apagar la luz cuando miraba al público de frente
Por llevar unos musicazos tan buenos que te olvidabas de él
Por el logo final, que podría ser el tatu espaldero de una cajera del "Currufur"
Por actuar en un campo de fútbol de tercera con nombre de santa
Por montar un escenario exagerado y horrible.
Por la camisa roja como la de Gila
Por parecer que tocó una única canción de dos horas.

Por después de todo esto seguir siendo el más grande (con permiso de mi cerillero favorito). Ayer no tuve la sensación de estar viviendo algo único, hoy mientras escribo esto sí. 

Alf, siempre nos quedará youtube para reconocer una canción del maestro.... va por ti.




2 comentarios:

Anónimo dijo...

Cuán fácil me resulta imaginarme en ese concierto y cagándome en todo lo que se menea.
Es que he visto a Lou Reed unas cuantas veces también y resolví que las estrellas del pleistoceno es mejor recordarlas en sus años mozos.

Voy a escribir algo sobre eso...

El Agente Naranja dijo...

Si es que no te puedes fiar ya de nadie... por lo menos cuando Lou Reed toca Perfect Day sabes lo que está tocando...

Hay una canción de la Monja Enana titulada "Héroes del Pasado" que resume perfectamente lo que cuentas...