Pasados los efectos del tratamiento Ludovico a la normalidad volvemos con una dieta ocular a base de líquidos. Es raro que, con lo sensible que soy, tenga que suministrarme lágrimas artificiales.
Esta noche hay un concierto en el que entrenar las pupilas y unas cervezas que están pidiendo guerra a gritos.
Eso sí, moderadamente.
NY a la vuelta de la esquina.
Esta noche hay un concierto en el que entrenar las pupilas y unas cervezas que están pidiendo guerra a gritos.
Eso sí, moderadamente.
NY a la vuelta de la esquina.
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