Vale que los de Nolita se han sobrado un poco con el último anuncio, que va a ser retirado de las calles. Pero, como en el cuento de Andersen, a veces hace falta que alguien nos enseñe la verdad. Jode desayunarse con bombas, muertos, ETA y la selección española. No lo dudo. El matiz viene en la causa. Porque, más que doler, molestan. Es por eso que los no los vemos. Somos capaces de acostumbrar el oído a la sangre y las vísceras, a a aquello que no nos parece digno de nuestra atención (sea el hambre en África o el Grand Prix de Bertín Osborne). Y, cuando, mínimamente la mosca cojonera vuelve a posarse en nuestra nariz, la vetamos.No constituye la solución al problema. Pero, si no lo vemos, no está pasando. Y tómate de una puta vez el Biomanán, que estás echando un culo...
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