Nos gusta, reconozcámoslo de una puta vez, la desgracia ajena. Y más si acontece a alguien mejor situado que nosotros. Desde el pinchazo de la rueda de tu jefe hasta la muerte "en extrañas circunstancias" del hermano del Rey (¿le echaron un cable?), todo vale en pro de partirnos un poco la caja con el grano en el culo que le sale al vecino.
Uno lee en las noticias que a Hamilton le han retirado el carnet de conducir y no puede por menos que sonreírse. Sobre todo, por lo peculiar de la foto que ha elegido El País para documentar la noticia. ¿Serendipia?
Por otra parte, una de cal, y una de arena. Como no podía ser de otra manera, los teletipos escupieron el lunes las fotos del primer ministro francés con Carla Bruni. Lo que a uno le consuela es que fueron a Eurodisney, lugar antilibidonoso por excelencia y en el que imagino no llegaran a más del casto beso en la mejilla.
Aunque los habemos sucios que hasta en misa tenemos pensamientos impuros.
Uno lee en las noticias que a Hamilton le han retirado el carnet de conducir y no puede por menos que sonreírse. Sobre todo, por lo peculiar de la foto que ha elegido El País para documentar la noticia. ¿Serendipia?
Por otra parte, una de cal, y una de arena. Como no podía ser de otra manera, los teletipos escupieron el lunes las fotos del primer ministro francés con Carla Bruni. Lo que a uno le consuela es que fueron a Eurodisney, lugar antilibidonoso por excelencia y en el que imagino no llegaran a más del casto beso en la mejilla.
Aunque los habemos sucios que hasta en misa tenemos pensamientos impuros.
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