Se abre la puerta. Me levanto a saludarla y me esquivan sus mejillas.
- ¿Te pasa algo?
- No, nada.
- No me lo creo.
- En serio, no es nada.
- ¿Me lo vas a contar o no?
- Está bien: creo que quiero dejarlo.
Una vez más mi corazón es Hiroshima y sus palabras son un hongo atómico.
Nada nuevo bajo el sol.
2/2/08
Hiroshima mon Amour
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7 comentarios:
Malos tiempos para la lírica...
Aquellos puede que lo fueran, estos son soberbios : )
se abrió un claro entre las nubes
hemos vuelto a ver el sol
como dos presos comunes
en el tejao de una prisión...
Ayatollah no me toques las pirola...
Puestos a ser chungo... tiro de Deltoya y me quedo sólo...
Hay que joderse Alf lo que oprimían las calles del pueblo... Que viva Mandril!!!!!!!
la ciudad que nunca duerme, pero sestea : )
Bendita siesta, bendita ciudad
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