Frotó sus manos con fuerza. La sangre y la grasa se habían incrustado de tal forma bajo las uñas, que parecía imposible arrancarlas de allí. Levantó un segundo la mirada y atisbó en el espejo un rostro descompuesto y lívido.
Pronto encontrarían su escondite pensó. Daba lo mismo, no habría una próxima vez. No le cogerían. La bombilla del porche zumbó cuando una polilla chocó contra ella. A se encaminó parsimoniosamente hacia el viejo Taurus del 79. Hasta las seis de la mañana no salía su avión, aún tenía tiempo de dormir un rato en el párking y tomar un asqueroso café de los que servían en la terminal doméstica.
7 comentarios:
¿Que es lo que ha hecho Arturito?, otra vez escapando de la ley?.
Si te refieres al texto es ficción, si te refieres a la realidad de primo... cualquier cosa es posible...
Que tienes tu contra los Taurus del 79?
aquí el que no haya nacido en tiempos de franco no tiene derecho a quejarse!
mierda, yo q me queria quejar...
El texto se ajustaba al día a día del primo.
Por cierto Raul coño aceptame ya en el facebook!
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