12/2/08

Mi hermano Saharaui



La solidaridad, en ocasiones, es cuestión de modas... que triste.

En este caso, nada más lejos de la realidad. No sólo es una buena obra, sino que además, merece la pena leerlo.

5 comentarios:

Chusso dijo...

De moda o de campaña electoral...lamiendo el culo al tirano marroquí e intentando unir civilizaciones que no lo quieren...la marcha verde existió, los campamentos existen...por desgracia para nosotros nuestros políticos también y más de su egocentrismo no llegan

Chusso dijo...

De moda o de campaña electoral...lamiendo el culo al tirano marroquí e intentando unir civilizaciones que no lo quieren...la marcha verde existió, los campamentos existen...por desgracia para nosotros nuestros políticos también y más de su egocentrismo no llegan

El Agente Naranja dijo...

De ahí que no caigamos en el error de girar la cabeza hacia otro lado y olvidarnos de un problema que es nuestro. Nuestro, porque fue el país en el que vivimos el que provocó el desastre.

jaimegti16v dijo...

hombre yo creo que fue más bien culpa francesa, que nos entregó los trozos del actual marruecos que no quería, y nos dejó el desierto a cambio. Y luego se abandonó aquel territorio ante la debilidad manifiesta de un país en crisis...

en esta ocasión, y sin que sirva de precedente, de acuerdo con txusso. basta de lamerle el culo a marruecos.

El Agente Naranja dijo...

Los franceses defendían sus intereses como siempre mientras jodían un rato a los argelinos que también es deporte nacional al otro lado de los Pirineos. Nosotros lo que hicimos fue dejar a ciudadanos españoles con el culo al aire para ser represaliados y masacrados sin miramientos. Cuando estás en mitad del desierto y te enseñan un DNI de los antiguos se te cae la cara de vergüenza. Me quedan diez días para volver allí y os aseguro que es el auténtico culo del mundo.
Más que pedir la sodomía generalizada de Marruecos, me conformo con la de su monarquía, verdadera responsable del conflicto Saharawi y de la miseria que vive su propio pueblo. Que les den por el culo con una caña rajada que decía mi amigo Moranchel.