- ¿Has apagado el gas cariño?
- ¿Tú que crees?
- Pues no sé, eres tan desastre.
- Esta vez estoy seguro.
- No me fío, voy a mirarlo.
- Pues si no te fías para qué leches me preguntas.
- Oye a mí no me hables en ese tono (portazo al coche).
- El aprieta fuerte el volante y ve como sus nudillos poco a poco se van volviendo blanco. Ella entra y se vuelve a poner el cinturón.
- ¿Qué, estaba cerrado?
- No hay respuesta.
- Me cago en tu puta vida (piensa él).
- Cretino, (Piensa ella)
- Por delante 500Km de silencio.
3 comentarios:
Las vitrocerámicas estropean el hilo argumental...
Pero el gas nos hará libres....
SARIN??
Publicar un comentario