Nos han obligado a cerrar, aunque Juan como siempre ha buscado la manera de burlar la normativa. Los cierres están echados, las persianas bajadas, pero los parroquianos más fieles saben que con tocar tres veces en la puerta de doña Francisca no les faltarán ni el tequila ni una chica con la que pasar un buen rato.
Los cerdos y las putas somos los únicos seres a salvo en esta pinche ciudad paranoica. En noches como las de hoy es un consuelo...
11/5/09
4 de mayo en Sinaloa
El responsable es El Agente Naranja a las 23:15
Etiquetas: fiebre porcina, los tigres del norte, microhistoria
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