7/3/08

La alegría de vivir

Después de la tormenta, más que nunca, que la juventud baile, cante y se ría:



El valor de una vida


Hace unas horas, ETA ha vuelto a matar y el país se ha paralizado. Sobre todo el universo político. Campaña, actos... las detonaciones han adelantado la jornada de reflexión y nos a obligan a vivirla de nuevo con rabia y asco, no con la serenidad necesaria que nos permita elegir al menos malo.

Muchas veces he reflexionado sobre lo relativo del concepto vida desde su antagonista, la muerte. A saber, siempre he percibido que las vidas siendo su valor teóricamente absoluto, no "cuestan" y perdonadme el triste término, lo mismo.
147.000.000 de muertos en el siglo XX en conflictos bélicos, a los que debemos de sumar los asesinados, desaparecidos...  las cifras marean todo ese dolor hace que mi cerebro se quede bloqueado al ver el alcance que puede tener un crimen en singular. No se si somos hipócritas o simplemente animales capaces de adaptarse a todo por sobrevivir en un medio ambiente hostil. ¿Cúantos niños tiene que morir en un campo de refugiados para darnos cuenta que todas las campañas del mundo tendrían que estar paralizadas? ¿Cuántas mujeres desaparecer? ¿Cuántos ajustes de cuentas? 
Al final, el lenguaje nos da la clave: "¿Cuántos?". Las vidas se han convertido en mercancías, y como mercancías están sujetas a la ley de la oferta y la demanda, ergo cada una tiene un precio diferente. Hay vidas caviar y vidas mierda. ¿Vale lo mismo la vida de Leonor que la de Minetu? 
Que cada uno saque sus conclusiones, eso sí, sin olvidar que vuestro bien más preciado es un producto sujeto a las fluctuaciones del mercado.

6/3/08

In the water...


La niña bracea casi al borde del desfallecimiento. Un poco más, un poco más... adora ese instante en que la luz del sol estalla justo cuando su cabecita rubia rompe la superficie del agua. Entonces respira y sus pulmones parecen absorber el universo entero: el olor de los pinos,  los polos de limón, los erizos, los gritos de la abuela enfadada por todo el rato que ha estado ahí abajo ...

Hoy lleva un bañador a rayas rojas y blancas. Sale del agua con dos conchas en la mano. Los otros niños no se atreven ni a mirarla, ella lo sabe.
Mientras camina hacia la tumbona de la yaya, nota algo caliente y pegajoso. La niña se mira y descubre una mancha junto a su vientre. Siempre ha sido dura, ni se inmuta. Deja tranquila las conchas sobre la toalla para evitar que se manchen de arena y habla:

- Abuela, me ha picado algo.
- (Chillido)
- ¿Por qué gritas? Sabes que voy a seguir bajando.
- Anda niña, tápate. Hay dios...
- ¿Pero qué pasa? Es sólo una picadura.
- ¿Sólo una picadura? Anda, vamos para casa...
- La yaya guarda precipitadamente sus cosas, dobla la silla y pliega la sombrilla mientras coge a la niña de la mano. Según caminan por las traviesas de madera que burlan la arena caliente, la pequeña gira la cabeza hacia el mar y por primera vez en su vida siente una punzada de angustia.  Dura sólo un segundo, pero intuye en lo más profundo de su ser que algo en el universo se ha roto, que las cosas no volverán a ser iguales.
 
Sexy Sadie "In the water" (así empezó todo)

dePESión

La que me acaba de entrar. Una tarde en la oficina con trabajo, pero controlado. Él puede, yo puedo. Y J. está sin ganas de jugar, así que nos deja libre la sala. It's a perfect day... Una timba de Pro Evolution Soccer en la Play3 con Retro a las 18.00 con ánimo de que durara hasta que nos salieran callos en las manos...



Abrimos la caja. No está el disco. Horror. Retro llama a su madre. Su madre le confirma que se lo ha dejado en casa. Desolación. Ahora tendremos que hacer vida de personas normales.

Aunque pienso en silencio que lo ha hecho porque tiene miedo de que le gane.

Círculos


30 minutos y dos segundos. Es el tiempo que he tardado en dar una vuelta a Madrid conduciendo. Hora de salida: 23:15.  La banda sonora: Lucas 15. El motivo: demostrarme que los círculos son para recorrerlos y una vez terminados, romperlos.


Al acabar me he sentido mejor. La capacidad de síntesis siempre me ha parecido una cualidad admirable de la que adolezco. Treinta es múltiplo de seis y en algunos casos excepcionales los años se convierten en minutos o viceversa.

Creo que debo acostarme ya. No hay fantasmas en el armario, algo que descubres sólo si duermes solo.


Siwel (Debris)

Del árbol caído...

Le regalaron a Mabel una botella de cava en la Feria del Corredor de la San Silvestre Vallecana. Como a Mabel no le gusta el cava, me la regaló.

La botella de cava que le regalaron a Mabel dormitaba plácidamente en el frigorífico esperando algo digno de celebración para ser abierta.

Grazie mile, Madrid.

PD - Jaime, tío, te diría que lo siento pero estoy dejando de mentir a mis amigos.

5/3/08

C.R.A.G.

La última hora de la Nierga de los miércoles en la cadena del imperio del monopolio dejan hablar al hermano de Cecilia Roth y al ex-Caligari. Cada uno presenta una canción que les gusta mucho y la comentan.


Hoy el Urrutia se ha sacado de la manga el Señora Azul de Cánovas, Adolfo, Rodrigo y Guzmán. Como soy un analfabeto musical nunca había escuchado nada de ellos. Lo jodido es que la canción me ha puesto de cojones.

E, cuando arribo a casa, me busco en el youtube el vídeo y a repetir. Como la única manera de quitármelo de la cabeza es pasárselo a otro, ahí va.

Una duda para el prójimo: ¿con lo del olímpico desdén se refieren a "pasar olímpicamente"?





INTERNET, ESE GRAN INVENTO

Tarde o temprano siempre encuentras algo que te hace gracia es la red

4/3/08

Un hijueputa...


...me ha dado un toque en el paragolpes trasero de mi coche, tranquilamente aparcado en la calle Sevilla, mientras su dueño resolvía asuntos varios.

El bollo me recuerda al de muchos otros coches del mismo modelo que el mío, que, cuando he visto en la carretera, se me asemejaban a los bollos de las pelotas de ping pong. Cuando era pequeño y mi nivel adquisitivo no era el suficiente para comprar muchas pelotas de ping pong las ponía a hervir en un cazo y en no pocas ocasiones conseguía que sobrevivieran unos días más.

Lamentablemente no tengo un cazo tan grande como para que entre mi coche. Así que mañana llamo al seguro y al taller para que se lo cambien, que para eso cobran los seguros.

Lo que me jode es que no me pongan una puta nota. Así que le deseo al hijueputa que me venga el espíritu de Charlton Heston si me lo cruzo por la calle y reconocerlo para estrangularlo y que sólo me lo quiten "from my cold dead hands".

Aunque vamos, la semana pasada me ha servido para darme cuenta de que los problemas materiales de nuestro mundo no son problemas. Pero que gente "del tercer mundo" nos dé lecciones de civismo da que pensar.

YO SIGO CON MI PARTICULAR CAMPAÑA...

De momento y hasta el domingo un servidor sigue en campaña...



Después de ver el segundo debate me surgen una serie de dudas:

¿Ha patrocinado microsoft la mesa del debate?




La famosa niña, que no la de Alf...¿es esta?



Una duda, en serio esta vez...ZP con criterio, apoyará cualquier medida frente al terrorismo y espera que sea reciproco(digo lo de criterio, para que se vea que criterio puede tener)...yo me pregunto:

¿tocará cesión o tocará cal viva?

¿Mr X o Mr Z?

¿en este país piensan en otra cosa que no sea el fútbol o la F1?

¿tenemos lo que nos merecemos?

3/3/08

Almansa 66


 Esta es la noche. No me encuentro bien, la gente me mira como si tuviera el mono. Ella es un ángel de tobillos gruesos, quiere que la abrace, pero no pienso caer en la trampa.

 Estoy convencido, lo haré. Iré al Club que está en el Km32 y me cargaré a Cardeñosa. La culpa de todas mis desgracias la tiene él. La culpa por los cinco años que pasé en la cárcel, por las calabazas y desprecios del colegio, por los cafés con leche tibios que me revuelven el estómago. Ese cabrón falló el gol que me arruinó la vida, esa noche de 1978,  mi padre pegó a mi madre por primera vez...
Este podría ser un pasaje del guión de Buffalo 66 si VG hubiera nacido en Albacete. Te la recomiendo Puri. Una buena manera de huir de SuperMari y Zapatitos.




Gracias, Don Mariano

No me gusta hablar de política (hay mejor analista que yo en estas líneas), pero no he podido resistirme. Abro el buzón y me encuentro una misiva de Don Mariano. Como soy de natural curioso, la he leído enterita. Y, como soy de natural freak, he repasado la lista de candidatos por Madrid al Congreso de los Diputados. He de admitir mi apatía mientras repasaba la lista de apellidos (Rajoy, Pizarro, Mato, Zaplana, Sáenz de Santamaría, Montoro, Elorriega, Arias Cañete...) hasta que llegó ella.



Con el número 9, como Eto'o, aunq
ue yo le daría un 10. Cierto es que tenía mi voto indeciso hasta la fecha, pero ya tengo preparada la papeleta para el domingo. Porque Cayetana, "su" Cayetana, así lo merece.

Dormiré con ella (la lista, porque mi ángel es mujer casada) durante los próximos días hasta que la deposite en la urna.

Gracias, Don Mariano, porque usted me ha abierto los ojos.


2/3/08

Una vida


 Vainica Doble compuso una canción dedicada a un lugar imaginario de un sólo metro cuadrado. Al tener 40 debo de ser 40 veces más afortunado.

 Hoy he colgado cuadros en el salón, después de un año estas cuatro paredes empiezan a parecer de nuevo un hogar.
 Hay una versión de Los Planetas, pero me quedo con esta de Jaume Sisa y Suburbano.

 


Mr. Kent


Acudo a la primera edición de la cena de los primos de la familia paterna. La fertilidad de mi abuela hace que seamos un total de 18 convocados, parejas incluidas. Soy el único hijo único de la cena, por lo que no quiero llegar el primero a casa de la abuela y merodeo por las calles adyacentes mientras hago tiempo y trato de recordar la tienda de golosinas o el quiosco de periódicos. Todo esto en vano porque mis abuelos paternos nunca me compraron golosinas o me pidieron que les llevara el periódico.

Entro con mi primo a la casa de la abuela después de ¿15 años?. Desde que se murió el abuelo, los años le pesan cada vez más y yo no soy tan buen actor como para que no se me note en la cara que creo que no está tan bien como dice el resto. Mi abuela simula ver "Cine de Barrio" desde la cama terapéutica de la que no se puede levantar y, a la izquierda de la televisión, preside el comedor una nevera blanca y aséptica que, por no tener, no tiene ni imanes del Telepizza.

(Mi abuelo era muy raro. Tanto que, cuando mi padre y sus hermanos le regalaron la nevera, dijo que no la necesitaba y la mantuvo apagada durante dos años hasta que la antigua se murió de vieja. Algunas de esas rarezas las vertió sobre mi madre y decidí dejar de ir a verle. Murió y lo sentí por mi padre, pero el rostro en la capilla ardiente no me trajo a la memoria ningún tipo de nostalgia. Lo siento, padre.)

Nos despedimos de la abuela y fuimos a la cena. Veía mucho a mis primos cuando éramos más pequeños y a los bautizos les sucedían las comuniones y las confirmaciones. Una nueva ola de bodas ha resurgido el espíritu y las diferencias de edad, una vez pasados los veinticinco, no son tales. Pese a todo yo acudo al sarao vestido con mi identidad secreta, como si de un superhéroe me tratara, porque la distancia y el tiempo han erosionado las relaciones hasta difuminar la línea entre el cariño fraternal o la simple amistad.

Por suerte, el vino acaba tirando más que la sangre y los botones de las camisas se sueltan poco a poco para acabar descojonados de la risa recordando campamentos de verano y los primeros amores en Gandía.

Nos despedimos hasta la próxima. Tengo que llevar a mis primos pequeños a casa, por lo que no me quedo a las copas. Antes de subir al coche, cuando ya estoy solo, busco una cabina telefónica en la que dejo el traje, el sombrero y las gafas para volver a ser quien soy.

Qué alivio.