18/7/08

Red Bull XFighters



Llevaba años sin poder acercarme a ver el XFighters, y me alegra comprobar que cada vez hacemos mejor las cosas.

Impresionante evento!

14/7/08

Mi primera Leica...


... ha sido una sorpresa. Nunca he tenido claro si estas me gustan. En algunas ocasiones, te dejan embobado, en otras irritan, a veces pones cara de póker y casi siempre finges fascinación. La de hoy puedo afirmar categóricamente: me ha encantado.


He recibido una llamada:

- "Baja a las Ventas, tengo algo para tí".

- Tardo veinte minutos. Como siempre expresivo al teléfono.

- Cojo la moto, conduzco M-30 abajo y aparco en el tinglado que hemos comenzado a montar en la Plaza. Bromeamos y Carras me dice: - "Vamos a echar un café".

- Nos sentamos en una de las mesas del comedor y saca un paquete negro.

- Toma, este es tu regalo.

- Abro la pequeña funda negra y me quedo totalmente fascinado. Embobado. Soy mitómano confeso y Leica siempre ha estado en lo más alto de mi ideario. La caja de acero negro capta mi atención como lo haría el cuerpo de un arma. La cojo, la sopeso, es ligera y compacta, todos los mecanismos se activan suaves. Miro a través del visor y la realidad se congela por un instante. Lo confieso, me ha dejado sin palabras, los gestos generosos y sinceros consiguen ese efecto mágico. Es difícil acertar al hacerme un regalo, soy jodido, pero esta tarde han clavado la flecha en el centro de la diana. 

- Balbuceo un gracias de lo más torpe y me quedo el resto de la conversación más pendiente de la pequeña maravilla que tengo entre las manos que de las historias que van y vienen entre risas. Ayer fue una Canon 30D y hoy una Leica cl. Carras se despide y yo remoloneo un rato más antes de venir a casa y planear cual será la foto que colgaré esta noche en el blog. Siento que hay algo de ritual en robar la imagen de la que intuyo se va a convertir en mi ladrona favorita. Un tomo de la Agencia Magnum y un filtro rojo para el flash (no olvido los orígenes lomógrafos). Espero poder regalaros pronto alguna captura de la pequeña bestia. Ya tiene nombre, se llama Carol, empieza por C como el apellido de su "padre". Gracias amigo.

13/7/08

Neón



Acaban de encenderse las luces. La realidad duele mientras diluye los espejismos generados a ritmo de estrobo. La última canción ha sido una auténtica basura, exactamente igual que la última raya. Su cabeza parece volar detrás de la chica del vestido malva que escapa escaleras arriba. Sale a la calle corriendo tras ella, la ve doblar la esquina sola y bajar por Gran Vía. La sigue a paso cambiado, torpe, tropezando, sintiendo el corazón arrítmico y acelerado.

Suben por Alcalá y giran en Velázquez. La melena rizada de ella, oscila distraída y ajena al triste y ajado cazador que repta tras ella. Un semáforo en rojo, ambos se detienen, ni se miran. Ella intuye la presencia de un extraño y se crispa levemente, no la desagradaría algo de compañía hasta su casa, pero las últimas experiencias no han mejorado su concepto sobre los hombres. El se siente pesado, vacilante y por primera vez en su vida viejo. Un espejo lleno de zapatos caros, le devuelve la imagen sucia y desdibujada que sólo pueden esbozar pinceles noctámbulos.
El semáforo se pone en rojo, comienzan a caminar de nuevo, por un instante él deja volar su imaginación. Un ruido seco y de repente, el cielo de Madrid da vueltas encima de su cabeza. La falda de ella se levantó un instante acariciada por una ráfaga de viento. Los muslos morenos y torneados ocultaron la señal de prohibido aparcar que de un sólo golpe ha noqueado a R.
Alertada por el ruido apagado del cuerpo al caer, gira un instante la cabeza. Otro borracho, piensa - Qué patético masculla. Acelera el paso y con gesto ágil levanta el brazo, para un taxi y se escabulle entre el tráfico acelerado de la madrugada.
El reloj de una farmacia cercana cambia de dígito, las 3:47. Una sirena se acerca irritada, empieza a sentir calor por todo el cuerpo, un calor muy agradable. Tal vez, después de todo, piensa, no resulte una noche tan mala...