El fin de semana ha sido por momentos digno de David Lynch. Un tío corriendo a cuarenta grados embutido en un chubasquero en mitad de la nada, el accidente en la rotonda de entrada a Gu con dos coches destrozados, el camino de tierra con su puente estrecho, la academia de Guardias Civiles, el Pony junto al baño, despertarte de la siesta en manos de un vampiro, la creatinina por las nubes, la luz blanca del escenario, el millón de mosquitos, el misterioso robo de los chips, la crisis de ansiedad, el Samur en bicicleta, anacardos y una siesta de tres horas... resumiendo, mira que raras son las cosas cuando se ponen raras...
21/6/09
Mira que son raras las cosas cuando se ponen raras...
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario