A veces, rara vez, te sientes así, como si fueras de cristal. Transparente, frío, limpio y frágil. Según venía andando por la calle traía muchas ganas de escribir, de desnudarme ante la pantalla en blanco, ya no.
Disfrutaré el momento, mañana sé que todo será un recuerdo borroso y el sábado huérfano de nubes aplastará sin piedad.
Os dejo con lo que venía escuchando en el ipod. Es bonito aunque araña.