Son esos que te asaltan a traición, que aparecen al abrir un cajón o hurgar en los bolsillos de un pantalón que estás a punto de echar a lavar. No asustan la mayoría de las veces, pero provocan un desasosiego que dura siempre un segundo más de lo deseado. Les gusta vivir en lugares oscuros y húmedos de la memoria, esconderse en las sombras de ciudades que has visitado y esperar. He buscado un antídoto contra ellos y no lo he encontrado, no consigo alejar sus patas temblorosas, sé que están ahí, que tarde o temprano volverán. Mientras, los días vuelan en la ciudad que nunca duerme, rápidos pero a la vez mansos. A pesar de sus intentos, me siento bien.
Apunte musical para esta tarde que en casa es ya madrugada: Segundo Premio
Nota al margen: me gusta a ir a los museos porque descubro gente y cosas. Hoy ha sido Jindrich Stirsky un fotógrafo surrealista checo. No me preguntéis porqué, pero también conozco a Emilie de verla en mis sueños.