1/4/08

SILENCIO




Como en este caso como en el del pueblo saharaui, la cultura de civilizaciones está en silencio...en este puto país discutido y discutible se crean nuevas naciones mientras antiguas naciones, invadidas de verdad por otro pueblos (eso si de izquierda claro, Gaspi ni mú), siguen ignoradas...tristeza y asco para comenzar la mañana amigos




Free Tibet

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Lo que es una vergüenza es que hayan sido necesarios unos juegos olímpicos para que 50 años más tarde la Comunidad Internacional se plantée...no sé muy bien qué, y de que la gente llegue a la conclusión (a estas alturas) de que....coño! de que el Tibet existe...y digo yo mejor, que...más bien: "debería existir".
"Las montañas de Buda", de Javier Moro, es un libro fácil, y recomendable para todo aquel que quiera familiarizarse y empezar a conocer la situación de este país y de esta pobre gente, que se han convertido en bufones enanos en extinción y también en exhibición de un circo, que es su país, o los restos del que fué su país, de nuevo mejor dicho.
Auschwitz, señores, no ha sido el único genocidio de nuestra historia reciente, y aunque nos parezca mentira, ni siquiera el más importante, si es que la importancia (como leía se debatía con ironía y lucida acidez en este mismo blog hace tiempo) la evaluaramos en función del número de muertos.
O quizá tampoco. Y la cuestión esté en que resulta que hay muertos "de primera"...y "de segunda".
O como insinuaba Txuso...muertos por la izquierda, o por la derecha. Hablemos de la memoria histórica.
O mejor aún, para los desmemoriados, ocupémonos YA (los que puedan hacerlo, y desde las instituciones y/organismos oportunos) de lo que está pasando AHORA, antes de acordarnos mañana y echar mano de la memoria histórica para lamentar OTRA VERGÜENZA MÁS.

El Agente Naranja dijo...

Siempre nos queda la objeción de conciencia y un servidor se aferrará a ella el próximo mes de agosto. Ni mi amor por el deporte ni las retransmisiones en HD... no pienso ver ni un minuto de unos juegos manchados de sangre.
En 1989 vi a un joven ponerse delante de un tanque en Tiananmen, esa imagen me sigue dando fuerzas cada vez que me enfrento a una injusticia. No sólo el tibet necesita libertad.
Los existencialistas descreían de la humanidad, pero confiaban en el hombre. Nuestros gobernantes sabemos lo que harán al respecto: nada. Nosotros podemos y debemos elegir.

Fight for your Rights!!!!