Pacheco

Creo que si los fines de semana duraran un día más no llegaría vivo a los treinta. Lo digo por el modo de darle alegría al cuerpo de las últimas noches. Bien acompañadas por gente como Pacheco, un tipo muy salao que, eso sí, hay que disfrutarlo, como a los buenos perfumes, en dosis pequeñas porque, como los buenos perfumes, satura los sentidos.

Tengo tantas anécdotas que no puedo quedarme sólo con una. Como al equipo A, si usted tiene la suerte de encontrárselo, quizás pueda salir con él de juerga.