2/3/08

Mr. Kent


Acudo a la primera edición de la cena de los primos de la familia paterna. La fertilidad de mi abuela hace que seamos un total de 18 convocados, parejas incluidas. Soy el único hijo único de la cena, por lo que no quiero llegar el primero a casa de la abuela y merodeo por las calles adyacentes mientras hago tiempo y trato de recordar la tienda de golosinas o el quiosco de periódicos. Todo esto en vano porque mis abuelos paternos nunca me compraron golosinas o me pidieron que les llevara el periódico.

Entro con mi primo a la casa de la abuela después de ¿15 años?. Desde que se murió el abuelo, los años le pesan cada vez más y yo no soy tan buen actor como para que no se me note en la cara que creo que no está tan bien como dice el resto. Mi abuela simula ver "Cine de Barrio" desde la cama terapéutica de la que no se puede levantar y, a la izquierda de la televisión, preside el comedor una nevera blanca y aséptica que, por no tener, no tiene ni imanes del Telepizza.

(Mi abuelo era muy raro. Tanto que, cuando mi padre y sus hermanos le regalaron la nevera, dijo que no la necesitaba y la mantuvo apagada durante dos años hasta que la antigua se murió de vieja. Algunas de esas rarezas las vertió sobre mi madre y decidí dejar de ir a verle. Murió y lo sentí por mi padre, pero el rostro en la capilla ardiente no me trajo a la memoria ningún tipo de nostalgia. Lo siento, padre.)

Nos despedimos de la abuela y fuimos a la cena. Veía mucho a mis primos cuando éramos más pequeños y a los bautizos les sucedían las comuniones y las confirmaciones. Una nueva ola de bodas ha resurgido el espíritu y las diferencias de edad, una vez pasados los veinticinco, no son tales. Pese a todo yo acudo al sarao vestido con mi identidad secreta, como si de un superhéroe me tratara, porque la distancia y el tiempo han erosionado las relaciones hasta difuminar la línea entre el cariño fraternal o la simple amistad.

Por suerte, el vino acaba tirando más que la sangre y los botones de las camisas se sueltan poco a poco para acabar descojonados de la risa recordando campamentos de verano y los primeros amores en Gandía.

Nos despedimos hasta la próxima. Tengo que llevar a mis primos pequeños a casa, por lo que no me quedo a las copas. Antes de subir al coche, cuando ya estoy solo, busco una cabina telefónica en la que dejo el traje, el sombrero y las gafas para volver a ser quien soy.

Qué alivio.

10 comentarios:

jaimegti16v dijo...

Yo siempre he sido mucho más de Pter Parker. Resulta mucho más creíble que una mascara camufle a un perdedor en un superhéroe de barrio, que el mero hecho de quitarse las gafas y desengominarse el pelo cambie a un triunfador en un superhombre.

Soberbio texto por cierto.

naranjito dijo...

La gente de la DC acabó por "explicar" que, cuando se disfrazaba de Kent, Supermán usaba sus poderes para "hipnotizar" a Lois y al resto de la gente y que no se dieran cuenta de que, coño, eran clavados : )

Este tipo de fenómenos que se dan en el cómic siempre me han encantado : )

jaimegti16v dijo...

si tío, como los moléculas inestables, que permite que el traje de Mr. fantástico se estira tanto como su cuerpo.

La explicación a que el traje de supes no se destrozara la dio Byrne quién si no. Su cupero cuenta con un aura de indestructibilidad que evita que el traje se haga añicos. Como la capa no se ve cubierta por ese aura, la capa acaba reventada en cada lucha.

'Nuff said!

jaimegti16v dijo...

a mi madurísima cabeza le ha venido la paja mental que se hace Kevin Smith en Mallrats, sublime: no hay mujer en el mundo capaz de engendrar un hijo de superman, porque sus espermatozoides deben ser supers al igual que él, quizá el útero y los ovarios de Wonder Woman puedan ser capaces de ello, pero desde luego no Lois Lane.

naranjito dijo...

por no hablar de mr carradine y su comentario a uma thurman al final de kb2, en el cual inspiro mi posteo de hoy.

lo que la diferencia del resto es que nacio siendo una asesina. como a superman, que nacio siendo superman, el unico superheroe que se disfraza de persona corriente.

campana y se acabó que nos van a tomar por lo que somos.

jaimegti16v dijo...

pfff. Ande yo caliente...

naranjito dijo...

¿Pero no era "llamas a mí"?

Taf dijo...

demasiado hasta para mi

Flánagan dijo...

Los problemas de la capa ya los explicó Allan Moore en Watchmen.

jaimegti16v dijo...

qué llamas ni llamas... es la hora de las tortas!!!